Felipe el Hermoso, el "Rey de Hierro" en busca del dinero perdido
Los enemigos de Felipe IV intentaron retratarlo como un "falsificador". Crédito de la imagen: Dominio público / Alamy vía Reuters Connect. 
Para llenar las arcas del reino, Felipe IV no dudó en oponerse al Papa, en atacar la orden de los monjes-soldados y en manipular su poder monetario, atrayéndose muchos enemigos.
Eran tiempos convulsos en los que reyes, papas, señores y templarios luchaban por establecer su supremacía. No solo en los campos de batalla, sino también en las cortes. E incluso, a veces, en las casas de moneda. A principios del siglo XIV , Felipe IV, conocido como el Hermoso , escribió una página importante en la historia de Francia. Un monarca con mano de hierro que, casi a su pesar, entró en la leyenda. Durante su reinado (1285-1314), se enfrentó a la guerra, las deudas y un sistema feudal que se le resistía. En menos de treinta años, el rey de Francia libró batallas en todos estos frentes y ganó varias, incluso contra sus acreedores.
Su padre, Felipe el Temerario, murió durante la Cruzada Aragonesa. En aquel entonces, hablar de una cruzada facilitaba la recaudación de fondos, pero los ingresos inesperados se estaban agotando. Su hijo se vio obligado a innovar. A los 17 años, al llegar al poder, Felipe IV se enfrentó al coste de esta debacle militar, que sin embargo no...
Este artículo está reservado para suscriptores. Te queda un 88% por descubrir.
lefigaro
